Testimonios 22 de mayo (parte 1) IDMJI
22 mayo, 2020Testimonios 23 de mayo (parte 1) – Dios bendice a los creyentes – IDMJI
23 mayo, 2020Testimonios 22 de mayo (parte 1) IDMJI
22 mayo, 2020Testimonios 23 de mayo (parte 1) – Dios bendice a los creyentes – IDMJI
23 mayo, 2020Testimonios 22 de mayo (Parte 2) – Milagros que Dios hace en los creyentes
1- Testimonio Hermano quien recibió el Bautismo con el Espíritu Santo. Estados Unidos
Testifica que Dios le decía hace aproximadamente 18 años le hacía la promesa de recibir el bautismo con el Espíritu Santo. Tuvo experiencias como un sueño con nuestra Hermana María Luisa en la que veía un gran banquete, nuestra Hermana María Luisa hacía una alabanza, y allí decía que debían esforzarse aquellos quienes no tenían el bautismo con el Espíritu Santo. Ahora en época de cuarentena se ha podido acercar más a Dios a través de las meditaciones. En la enseñanza con el Hermano Carlos Alberto, al finalizar él oró a Dios, buscando el arrepentimiento, pidiéndole a Dios que limpiara su corazón para que Dios pudiera morar en el. Y en la enseñanza del domingo 17 de mayo sintió mucho gozo y comenzó a alabar a Dios, recibiendo el bautismo con el Espíritu Santo, con grande gozo.
2- Un hermano recibe sanidad de parte de nuestro Dios. Colombia
Hace aproximadamente año y medio, un hermano padece de un grano en la cabeza, el cual crecía paulatinamente. Asistió al médico y le ordenó tomar una biopsia la cual salió negativa. El dermatólogo decía que era un cáncer de piel, con este diagnóstico Dios le confirmaba lo que le decía en su santa profecía: “que estaría confundiendo la ciencia”, porque cada médico daba un concepto diferente. El médico le decía que debía practicarle una cirugía para retirarle el grano y hacerle implante de piel. le solicitó todos los conceptos de los médicos que lo trataban por las fallas respiratorias que tiene, porque se podría complicar la cirugía. El creyente tramitó las indicaciones que le dio el médico y transcurrió un buen tiempo, llegó la cuarentena y en una enseñanza de nuestra Hermana María Luisa, al final de la oración, Ella nos indicaba que le pidiéramos a Dios, que colocará su mano poderosa sobre nuestra cabeza, para que nos sanará, así lo hizo el creyente, y le pidió con todo su corazón y convicción en la grandeza de nuestro Dios, que por su infinita misericordia, le quitará ese grano de la cabeza, porque según los médicos tenía grandes riesgos en la cirugía, con gran alegría y sorpresa pasados unos 20 días, su esposa vio su cabeza y le dice ya no tiene el grano, con gran gozo en su alma es testifica para engrandecer el nombre de nuestro Dios maravilloso vivo y de poder.
3- Creyente recibe sanidad después de la oración de nuestra Hna. María Luisa. Colombia
La creyente testifica, que el Espíritu Santo le venía anunciando de una gran bendición con respecto a su salud, que Él estaría actuando en su vida. Hace un tiempo la hermana venía padeciendo de miomatosis unos miomas que estaban muy grandes según los exámenes, lo cual le producía mucho dolor en las caderas y piernas; la doctora le dijo que tomara ciertos medicamentos y si no mejoraba debía practicarle una cirugía, en la cual le extraerían los ovarios y el útero; esta creyente le oró a Dios y le recordaba la promesa y le decía que sabía que Él es un Dios vivo y de poder, que para Él, absolutamente nada era imposible de acuerdo a su gloriosa voluntad. Es así que pasó el tiempo, todo esto ocurrió en el mes de enero, la creyente siguió las instrucciones de la doctora y no mejoró, por tanto le oró a Dios en medio de una enseñanza de nuestra Hermana María Luisa, quien pidió en oración que Dios obrará sanidad en nuestros órganos internos, en ese momento, la creyente pidió a Dios y testifica con gran gratitud y alegría, que esta promesa hermosa se hizo realidad en su vida, está sana todo sea para honra y gloria a nuestro Dios
4- Una creyente tuvo quemaduras de segundo grado en su rostro y Dios obra sanidad. Colombia.
La hermana testifica que, estando en oficios del hogar tuvo un accidente con el horno de la estufa de gas, causando quemaduras en su rostro y una de sus manos, fue diagnosticada con quemaduras de segundo grado. Ella oró a Dios junto con su familia para que no fueran a quedar cicatrices o secuelas en su rostro y Dios obró una sanidad en ella por medio de la oración de nuestra Hermana María Luisa, en las meditaciones y enseñanzas transmitidas por internet. Ella testifica para dar la honra y gloria a Dios
5- Sanidad de Covid-19. España
Testifica que se contagió con Covid19, estuvo hospitalizado con síntomas muy fuertes. Hasta perdida de memoria. Dios le dio un sueño en el que estaba en un colchón blanco que ascendía, el hermano pensó que había perdido la vida, comenzó a orarle a Dios porque sentía que no había hecho en su vida lo necesario para las cosas de Dios. Al día siguiente se comenzó a recuperar y comenzó junto a su esposa quien también se contagió de Covid-19 a orar a Dios, esposa le imponía manos manos y escuchaban las meditaciones y enseñanzas, así Dios comenzó a darles recuperación.
6- Sanidad en el cabello de una creyente. Colombia
Una hermana venía presentando caída abundante de cabello, al verse en el espejo podía ver su cuero cabelludo, acudió a Dios en oración, pidiéndole y suplicándole que la limpiara y que la guardara, que le devolviera el cabello. En esa misma noche, tuvo un sueño donde se veía en un jardín de flores hermoso, era un atardecer, llegaba nuestra Hermana María Luisa, volando con un vestido blanco, la creyente estaba con una pañoleta porque se sentía calva y nuestra Hna. María Luisa le decía: “hermana, quítese la pañoleta” la creyente algo avergonzada le decía: ”no hermana yo estoy calva” la Hermana María Luisa le decía varias veces que se quitara la pañoleta, sucedió que nuestra Hna. María Luisa extendió su mano, y de su mano salió una mano gigante, brillante, hermosa y le quitaba la pañoleta, le empezaba a salir cabello. Desde esa noche no se le volvió a caer el cabello, ahora al peinarse ya no se le cae el cabello y muy feliz y agradecida con nuestro Dios por su misericordia, lo testifica para la honra y gloria de nuestro Señor Jesucristo.