La hermana testifica cómo su nieta tuvo dificultades en su salud, se enfermó de sus pulmones, perdió la vista y le diagnosticaron una probabilidad muy baja de continuar con vida. La hermana tenía la promesa del Señor, que estaría sanando a uno de los suyos, la hermana oró a Dios y el Señor obró y hoy en día su nieta está completamente sana.