La hermana testifica que el Señor en profecía le dijo que uno de los suyos estaría delicado de salud, pero que Dios lo bendeciría y se manifestaría grandemente. A su sobrino le dio una infección muy fuerte en sus ojos.
Estando el niño en el hospital, le comentó a su tía que muy tarde en la noche anterior entró una señora y le impuso manos. A la hermana se le hizo extraño ya que a esa hora nadie esta autorizado a ingresar y el niño le dijo que fue la hermana María Luisa quien le impuso manos y ya no sentía dolor.
De esta forma desapareció la infección del ojo del niño y se evidencia como Dios utilizó a nuestro Ministerio durante esa experiencia para obrar la sanidad.