La hermana testifica que cuando ella quedó embarazada hace 9 años, su hija fue diagnosticada con síndrome de down, pero ella le oraba a Dios y el Señor en profecía le dijo que el testimonio de su pequeña traería muchas almas a su Iglesia y que sería reconocido a nivel mundial. Su hija nació con síndrome de Down, los médicos le decían que era irreversible y totalmente imposible para la ciencia, que mirara sus rasgos y sus ojos, pero ella recordaba la promesa de Dios que le decía que probaría su fe. Así que de rodillas le oraba a Dios, una noche tuvo un sueño donde le oraba a Dios, y Dios en su infinita misericordia y de la noche a la mañana su niña ya no tenía este trastorno, luego en la cita con la pediatra le decían que ella no era la niña, que la había cambiado, pero la hermana les dijo que el poder de Dios se había hecho manifiesto, gloria a Dios.
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