Primer testimonio (Pereira, Risaralda): La hermana testifica que su hijo comenzó a consumir drogas y el Señor restauró su vida, ahora tiene empleo y una hija, después de haber vivido en las calles y ahora asiste a la Iglesia.
Segundo testimonio (Pasto, Nariño): la hermana testifica que su nieta nació con síndrome de down y Dios hizo una sanidad en 8 meses donde poco a poco Dios fue restaurando a la normalidad cada parte del cuerpo del bebe como los ojos, orejas, pies, manos; los médicos están sorprendidos porque todas las células fueron renovadas y no se explican en que forma sucedió esto.