Testimonios 8 de septiembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional

1- Reciben bendición laboral y Dios le concede quedar en embarazo.
Las Ferias, Bogotá – Colombia.

El Espíritu Santo le anunciaba al esposo de la hermana y a ella, que vendría tiempos de escasez, pero Dios no les faltaría con nada. Cuenta la hermana que ella y su esposo se quedaron sin empleo a inicios del 2019, solo realizaban trabajos esporádicos para suplir sus gastos básicos.

Con el inicio de la pandemia, se aferraron a la promesa dada por Dios a través de nuestra Hermana María Luisa, cuando Dios dijo que no faltaría con nada, esto lo han visto cumplido, ya que algunos familiares y hermano de la Iglesia les han colaborado con alimentos y dinero, a tal punto que han podido compartir con otras personas necesitadas.

Buscando la manifestación de Dios, leyendo la Biblia y alabado al Creador, el Espíritu Santo le hizo la siguiente promesa: “Conforme me has pedido Yo le daré ese empleo a tu esposa, también te daré ese empleo a ti y verás mi promesa cumplida en pocos días”. Al día siguiente la llamaron de una empresa muy importante para que enviara sus documentos y sin entrevistas fue contratada. Al siguiente día su esposo aplicó a una convocatoria laboral, en el cual fue contratado.

Dios también les permitió quedan en embarazo lo cual ellos anhelaban y ahora con mucha alegría le dan la honra y la gloria a nuestro Padre Celestial.

2 – El hermano reciben bendición laboral. 
Medellín, Colombia.   

A comienzos de este año el hermano se encontraba en una situación muy difícil, no contaba con el dinero para realizar el segundo semestre de derecho, esto entristeció. Sin generar ingresos y desempleado, la persona con quien vive y algunas personas que rodean, lo insultaban y le decían cosas que lo hacían sentir mal y muy triste. El hermano tomó la decisión de hacer un curso técnico de primero auxilios y camillero, aplicó a una vacante y fue contratado. El hermano resalta que Dios le abrió esta puerta laboral, ya que no cuenta con experiencia en esta área, y agradece a nuestro creador por esta bendición debido a que su proceso de selección fue el mejor, ¡Gloria y alabanza a nuestro Dios!    

3- Bendición laboral.
Bahía Solano, Chocó – Colombia.

Hace aproximadamente unos 3 años, la hermana está viviendo en una región de Colombia, en el cual es muy difícil acceder a empleo. Dios antes de la pandemia, le había dicho que le estaría dando un empleo, que era un empleo que le iba a gustar mucho. La hermana meditaba y pensaba que era difícil y muy complicado que saliera un empleo en medio de esta pandemia. Se empezó a sentir muy nerviosa y pensaba que si no había conseguido trabajo antes de la pandemia, ahora menos ahora menos y con esta situación las probabilidades serían menores, pensaba en quedarse en casa y no salir.

Cuenta la hermana que tan pronto llegó el virus a esa población inmediatamente la llamaron para un empleo. Ella aceptó el empleo y dice que cada día le gusta más.

En las oraciones de nuestra Hermana María Luisa, Dios la ha libertado y le ha quitado el miedo por el virus. Lleva aproximadamente 3 meses trabajando y disfrutando de esa gran bendición con un buen salario Por lo anterior testifica para honrar el nombre de nuestro Padre Celestial.

4- Dios obra sanidad de Covid y guarda a sus familiares del contagio.

La hermana testifica que su yerno empezó a sentir muy mal con síntomas de covid-19, llevaba varios días enfermo de tal manera que tomó la decisión de tomarse una prueba rápida la cual salió positiva. Dos días después decidieron remitirlo a un hospital para internarlo, puesto que se sentía bastante mal, con dificultad para respirar, mucha fiebre, dolor de cabeza que no se calman con los analgésicos que le están suministrando.

Su hija la llamó muy preocupada por esta situación y la creyente le dijo que lo único que les quedaba, era colocar la salud de su yerno y la vida de él en las manos de nuestro Dios, que debía orar con fe.

A eso de las 12 de la noche, la creyente se arrodilló ante nuestro Dios y junto con sus nietos le pedieron por la vida de su yerno, le pidieron a Dios que tuviera misericordia, que le permite una oportunidad para que conociera y disfrutara del Evangelio. Dios escuchó la oración de la hermana y, a eso dela 1 de la madrugada, su hija la volvió a llamar para decirle que el médico internista dijo que no había necesidad de enfermera en el hospital, ya que en ese sitio se podían contagiar.

El yerno de la creyente se ha ido recuperando poco a poco y su familia está bien, han tenido síntomas pero gracias a Dios muy leves, sobre todos los niños, la hija de la creyente, también tuvo covid-19 pero se manejó en casa, le hermana quien es una persona de 53 años, ha estado viviendo con ellos en la misma casa y a pesar de su edad y de padecer de algunas enfermedades, ha estado muy bien. Muy agradecida con Dios lo testifica para dar gracias a nuestro Padre Celestial por su misericordia, por escuchar sus oraciones. ¡Bendito y grande el nombre del Señor!

5- Testimonio hermana de Portugal

Transcripción:
Quiero testificar para la honra y gloria de dios que en estos momentos difíciles de pandemia yo estoy maravillada con la grandeza y misericordia de dios en mi vida y de los míos. En verdad siento que humanamente no soy capaz de asimilar o entender la grandeza de la manifestación de Dios.

Nadie me hace falta, por lo contrario, todo me sobra. Aún no esté trabajando, el Señor me tiene abundado en todas las cosas. Mi dinero aumentó y así vi cumplida la promesa de Dios cuando me decía que me iba a dar dineros para que yo pudiera ayudar a los míos porque Él veía como yo me preocupaba con ellos. Es así, con lo extra, la abundancia que Dios me dio, yo puedo ayudar a mis familiares en tierras lejanas, siendo que muchos de ellos viven del día a día, de sus vendas.

Quiero compartirles que al inicio del aislamiento yo me preocupaba un poco con mi niño de 6 años que es autista. Yo me preguntaba cómo iba a mantener las distancias sociales y todos los requisitos de higiene para protección contra el Coronavirus de mi hijo, por el autismo, se toma cosas del piso, pasa la lengua en las paredes, toca objetos en la calle y pone la mano en su boca. Él no entiende la distancia social.

Es así como Dios me dio una experiencia: un día estaba yo y mi hijo en la cocina y cuando yo levanto la tapa del lugar donde estaba el pan, la tapa se resbala de mis manos y empieza a caer en punta en dirección a cabeza de mi niño. La tapa es de madera, puntiaguda y un poquito pesada. Al instante yo pienso: El niño se va a quedar muy malo con ese accidente, tendré que llevarlo a urgencias del hospital. Mientras pienso eso, veo como la tapa se endereza cómo si tuviera una mano por debajo, pierde velocidad y cae con la parte plana suavemente en su cabeza. Fue mayor mi susto que el dolor que mi hijo sintió.

Entendí, que Dios me estaba diciendo que no me preocupara porque Él se encargaría de ayudarme en las cosas que yo no podía controlar. Así es que ni nosotros, ni mi parentela se contaminó de Covid. Para terminar, quiero decirles que vi la mano y la misericordia de dios con el incendio que hubo en el edificio donde habito.

Una tarde mi hijo me dijo, Mummy, hay humo. Y cuando voy a mi sala veo entrar por mis ventanas un humo muy oscuro, denso, tóxico. En mi corazón sentí como si alguien me dijera: sale ahora porque si te quedas morirás. Es así como empiezo a vestirme y a mi hijo muy rápidamente y mientras lo hago mis vecinos baten mi puerta gritando: fuego, fuego, sale que el fuego es por debajo de tu casa. Los bomberos vienen al instante que salimos de la casa.

Mi casa es en el quinto y cuarto piso y en mi edificio, todo el tercer andar / tercer piso es estacionamiento. Unos de los coches, que estaba aparcado justo por debajo de mi casa se incendió. Doy gracias a Dios porque el coche, el auto no explotó. Además, no había ningún otro auto cercano de él, el coche se quemó solo. Y los bomberos apagaron el fuego muy rápido.

Dios es tan grande y misericordioso que nada se perdió, solamente el coche que ardió. Nadie murió, nada fue destruido, mi casa se quedó muy bien sin ningún daño. Es como si nada hubiera acontecido.

Me siento muy protegida, mi y mi hijo, como si viviéramos en un oasis; como si Dios nos tuviera en una burbuja donde nada se pasa, nada de malo se da en mi vida. La honra y la gloria son para Dios. Yo soy muy feliz, es como si estuviera viviendo en el cielo, en aquella Sión celestial donde fluye leche y miel porque es muy grande el respaldo y la protección de dios.

Por todo esto, yo doy la honra e la gloria a Dios.

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