La Hermana testifica de una promesa cumplida del Señor que le hizo por medio del Don de Profecía. El Espíritu Santo le dijo que estaría limpiando su nombre, ella fue despedida de su lugar de trabajo injustamente y aunque estuvo 7 meses sin encontrar empleo, nunca en ese tiempo le falto lo básico para vivir y al cabo de ese tiempo volvio a aplicar en la misma compañía donde trabajaba y al hacerle la entrevista como se dieron cuenta que ella trabajo alli le preguntaron la razón por lo cual fue despedida y para su sopresa y cumplimiento de la palabra del Señor, le aceptaron nuevamente y su sueldo es mayor que el de antes.