El hermano testifica que le fue detectado un cáncer de estómago avanzado y el Espíritu Santo le dijo que lo estaría sanando, pero que debía esforzarse y ser diligente. Así fue como se sometió al tratamiento de quimioterapia y terminado este el Señor le dio un sueño en el que le decía que ya lo había sanado, situación que pudo confirmar en los siguientes días cuando le practicaron exámenes y el tumor había desaparecido. El médico que lo atendió le reconocía que había sido un milagro porque la quimioterapia por si sola no había podido sanarlo.