Testimonio: Dios le provee a una hermana de dinero y alimentos – 4 de abril de 2020
4 abril, 2020Testimonios: Dios le ayuda a una hermana a sustentarse vendiendo sus productos y testimonio de sanidad a un hermano en la enseñanza – 6 de abril de 2020
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6 abril, 2020(Texto) Testimonio: Dios sana a una hermana de Covid-19 en la enseñanza con la Hna. María Luisa y provee de lo necesario a su familia – 6 de abril de 2020
Enviado por una hermana:
“Testifico para honrar y glorificar el nombre de mi Padre Celestial. El Señor en pasadas profecías me anunciaba que me vería muy grave, muy enferma, pero que no debía preocuparme porque al último instante extendería su mano y me ayudaría, que el enemigo le había pedido mi vida, porque yo había decidido dedicarme solamente a Él, y a su santo y glorioso servicio.
Resulta que ahora con el coronavirus estuve muy delicada de salud, con temperaturas muy altas, dolores fuertes en todo mi cuerpo, dolor de cabeza, perdí el sentido del gusto del olfato, no podía ni siquiera moverme porque el dolor en el cuerpo era demasiado fuerte y me impedía hacer todo cuanto yo quería.
Muchas veces no sabía cómo llegar hasta la cocina y tomarme algo caliente; oraba al señor y sorprendentemente muchas veces tenía sopas en mis manos y no sabía cómo habían llegado a mis manos, a pesar de todo estos dolores escuchaba también las enseñanzas, los estudios bíblicos y coros. Pero todo era en mi cama porque no podía abrir mis ojos y leer la biblia.
En la enseñanza que dio la hermana María Luisa el día 19 de marzo, ese día cuando ella hizo la oración, yo clamé a Dios también, y cuando ella terminó la profecía y la oración, yo le dije a mi Padre Celestial: “Mi vida te la entrego en tus manos, no soy capaz de más, mis fuerzas me han abandonado, haz tú conforme a lo que tú quieras hacer conmigo”.
En ese momento perdí todas mis fuerzas, y de repente empece a hablar en lenguas, pero eran completamente diferentes a las que Dios me ha permitido hablar, en ese momento yo sentí que el Espíritu de Dios era mi abogado ante el Dios poderoso, lo sentí triste y Él tomó la vocería de mi boca.
Yo sentía como Él mismo comenzó a clamarle a ese Dios viviente y clamaba por mí. Esto duró por espacio de 10 minutos, y entré en un sueño muy profundo, sentí paz y después de varias noches que no dormía, esa noche dormí toda la noche, al otro día desperté sin fiebre, sin dolor en el cuerpo, simplemente lo que tenía era un poco de cansancio y estaba completamente mojada y con una felicidad inmensa.
Me duche y aunque todavía no había recuperado el olfato y el gusto me dirigí a la cocina, me tome un café y comí algo, en este momento puedo testificar para honra y gloria de mi padre celestial que Él extendió su mano de poder conforme lo que Él me había prometido, que en el último instante extendería su mano.
En estos momentos he recuperado el olfato, he recuperado el gusto, tengo fuerzas en mi cuerpo, en esos días tan duros me llegaron medicamentos y frutas a mi puerta; personas me llamaron y me dijeron: “Debes estar preocupada por tu madre, pero no te preocupes, quédate tranquila”. Y les hicieron dos giros de dinero a mi madre que está en Colombia para que mercara y comprara sus medicamentos, era el dinero que se necesitaba para sus gastos, eso solo lo pudo hacer Dios, porque una de esas personas está en otro país y la otra persona vive en Suiza, y hacia ya mucho tiempo que no nos vemos, por otro lado las persona europeas normalmente no ayudan de esta manera.
Vi el poder de Dios en mi vida, testifico para honrar, glorificar y exaltar el nombre de mi Padre Celestial.”
Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional – IDMJI
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