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Primer testimonio:
Dios en profecía le decía que no se preocupara por aquel ser, que así los diagnósticos fueran difíciles Dios se manifestaría sanándolo. Su parto fue complicado, pero Dios se manifestó, el niño no estaba respirando bien, su hijo se enfermó con meningitis y le decían que su hijo no se desarrollaría de manera normal. Pero la hermana le oró a Dios, ya que siempre anhelaba un bebé, luego de eso tuvo unos exámenes y su hijo estaba sano y le dijeron que era un niño normal, y en los controles siguientes no tuvo ninguna secuela. Su familia que no va a la iglesia a conocido el testimonio que el niño es promesa de Dios.
Segundo testimonio:
Dios en profecía le dijo que lo estaría sanando. El hermano al tener 13 años le diagnosticaron síndrome de gilles de tourette. Dios le había prometido a su mamá que lo estaría sanando. Sucedió que el día que fue la hermana María Luisa a su ciudad, el quería que la hermana le impusiera manos, pero por la distancia no era posible, en ese momento tuvo una visión donde veía que la hermana le imponía manos, y transcurrido 4 meses Dios lo sanó. Ahora el hermano ha podido estudiar en la universidad donde Dios le ayudó en todo aspecto, pudo graduarse y comenzar otra carrera. Dios también le ha bendecido materialmente.