Testimonio sobre como Dios guardó la vida a una hermana en Mocoa, Putumayo – 2 de Abril 2017
3 abril, 2017Testimonios en Armenia, Quindío (Colombia) Abril 2017
4 abril, 2017Testimonio sobre como Dios guardó la vida a una hermana en Mocoa, Putumayo – 2 de Abril 2017
3 abril, 2017Testimonios en Armenia, Quindío (Colombia) Abril 2017
4 abril, 2017Testimonios en Armenia, Bogotá y Guaitarilla (Colombia) (Marzo/Abril 2017)
Testimonio en Armenia, Quindío (Colombia) (Marzo de 2017)
Dios le dijo en profecía que estaría en un peligro, que viviría un momento difícil, que no se preocupara y que lo estaría bendiciendo y nada le haría falta. También que estaría frente a frente a la hermana María Luisa y que recibiría una gran bendición. El hermano andando en motocicleta, se encontró de frente contra un camión que iba en contra vía, inconsciente, tuvo una experiencia con la hermana María Luisa quien le impuso manos y le dijo que regresara realizar su tarea. Al terminar esto, despertó del estado de coma, tuvo muchos traumatismos en su cuerpo e iban a amputar uno de sus miembros, los médicos le dijeron que la recuperación iba a ser muy difícil, pero Dios le prometió que muy pronto iba a estar recuperado. y ahora se encuentra sano como si nada le hubiera pasado.
Testimonio de la Iglesia de Candelaria la Nueva en Bogotá (Colombia):
Dios le había dicho en profecia que estaría supliendo los dineros para aquellos gastos que habían surgido, y la hermana ha visto que Dios le ha provisto esto, y un día saliendo de la iglesia con su hijo, encontró un dinero en la calle, del dinero que necesitaba para el fin de semana.
También testifica que le habían encontrado una masa en su cuello, en un sueño que tuvo con la hermana María Luisa, la hermana la abrazó y le dio un beso en el cuello justo donde tenía la masa y posteriormente le hicieron una ecografía y ya aquella masa no se encontraba en su cuello.
Testimonio de la Iglesia de Guaitarilla, Nariño (Colombia) Abril 2017
La hermana testifica que él Señor la sanó de un cáncer de útero, en un sueño vio a la Hna. María Luisa que le decía que no se preocupe que ella tenía el útero como el de una niña. Y cuando fue a la ginecóloga escucho las mismas palabras que ella, ya no tenía cáncer en el útero, que su útero era como él de una niña. La hermana dice que ésa situación vivida la llevó a valorar lo de Dios en la Iglesia. Y lo testifica para darle la gloria al Señor.