Testimonios 7 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
7 noviembre, 2020Testimonios 10 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
10 noviembre, 2020Testimonios 7 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
7 noviembre, 2020Testimonios 10 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
10 noviembre, 2020Testimonios 9 de Noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
1- Testimonio de madre de un niño autista.
Buenaventura, Valle, Colombia
El Espíritu Santo antes de la pandemia, le habló a una hermana por medio del don de la profecía y le dijo, que estaría pasando por momentos difíciles, pero que Él, en el último momento se manifestaría, que dentro de su vientre pondría un nuevo ser.
La hermana se entristeció, ya que no quería tener más hijos, pero aceptó la voluntad de Dios.
Al paso del tiempo, quedó en embarazo y surgió un amor profundo por su hijo incluso antes que diera a luz, posteriormente el niño nació.
Cuenta la creyente que pasados algunos años el niño no le hablaba, por tanto lo envió a una guardería y cuando tenía 3 años, el niño seguía sin hablar, en la escuela le recomendaban llevar al niño a un especialista, al llevarlo al especialista fue diagnosticado con autismo.
Con el inicio de la pandemia se vio en la obligación de suspender el tratamiento que le estaba realizando al niño, por este motivo la creyente empezó a orar a Dios y a decirle que tuviera misericordia porque el niño no avanzaba, le argumentaba diciendo que el desarrollo cognitivo del niño no era el apropiado.
Con el confinamiento por la emergencia sanitaria mundial, vino la crisis económica y una situación difícil a tal punto que no tenía dinero para alimentos.
En ese momento algo desesperada, se arrodilló delante de Dios y le pido que tuviera misericordia y le dijo: “¡Padre, permite que me manden algo para la comida Señor!” La respuesta fue inmediata, una señora la llamó y le preguntó por su hijo y le dijo: “Lo que pasa es que la estamos llamando para darle una ayuda” Le dieron una remesa con bastante alimento y cuando fue a recogerla, una amiga le regaló un dinero, ya que no contaba con recurso alguno.
Ahora con las enseñanzas por medio virtual, en una de las más recientes, nuestra Hermana María Luisa empezó a orar por los niños con autismo, como la creyente no ha podido llevar a su hijo a los tratamientos, en ese momento empezó a orarle a Dios de rodillas y le dijo: “permite que mi niño hable, permite que mi niño avance”, agradecida por la oración que hizo nuestra Hermana María Luisa por los niños con esta condición de autismo al otro día al levantarse el niño despertó y empezó hablar.
Ahora dice más de dos palabras. Así ha visto la mano de Dios, ha visto como la ha bendecido y lo testifica para honra y gloria de nuestro Padre Celestial.
2- Testimonio de la Iglesia de Quito sur.
Deseo testificar las promesas y prodigios que Dios permite que veamos y conozcamos, aún más de su grande poder y sobre todo el respaldo que da a su ministerio nuestra Hermana María Luisa, prometiéndonos bendiciones y aún para las personas que no se congregan en su Iglesia y manifestándose en el cuidado de los míos. Testifico que ayer 2 de noviembre por la noche, ocurrió un gran flagelo en el Cantón Durán Guayaquil Ecuador, en la empresa donde laboraba mi cuñado, minutos antes de que empezara este incidente, le ordenaron a mi cuñado que saliera antes de la hora señalada para finalizar su día de labor, de inmediato salió y de camino a casa, se enteró de lo que estaba aconteciendo, de este grave incendio. El área donde él laboraba quedó totalmente destruida, con un saldo de 16 heridos. Cabe destacar la obra maravillosa del Señor y Dios, nuevamente guardándole la vida a mi cuñado como ya en otras ocasiones anteriores lo ha hecho. Yo le digo a mi hermana que todo es un plan de Dios y que ore y de gracias al Dios en todo momento y confíe en Él ¡Testifico para exaltar el nombre de nuestro Padre Celestial!
3- Testimonio de Sanidad
Sameco, Cali, Colombia
A principio de este año, Dios le decía a una hermana que vendrían tiempos difíciles, pero al mismo tiempo le iba a dar unos días de descanso.
En el mes de julio, su esposo comenzó a presentar los síntomas del Covid, sin tener el resultado de la prueba, cada día la salud de su esposo se deterioraba, el 8 de julio se agravó y fue remetido a la UCI en donde le practicaron nuevamente la prueba y dio positivo. Debido a esta situación le practicaron a la hermana la prueba, quien también arrojo positivo.
Después de estar 2 días en la UCI su esposo, comenzó con un síndrome de ansiedad, fue inducido a coma y conectado a ventilación mecánica, porque la neumonía había invadido los pulmones.
A los pocos días se recuperaron sus pulmones, y debido a ello los médicos trataron de desconectarle la ventilación, pero fue fallido y sin resultado, se despertaba agresivo, con ganas de quitarse los aparatos y al mismo tiempo una crisis de tos incontrolable que lo descompensaba, dando por fallido el despertar. Los médicos no entendían por qué era tan difícil su despertar tanto que lo trataron con psiquiatría, ajustando los medicamentos sin obtener resultados.
Los días iban pasando y ya hablaban de tener que hacerle una traqueotomía para desconectarlo de la ventilación, ya que era un procedimiento invasivo y por mucho tiempo es un riesgo para la salud del paciente.
La hermana le oraba a Dios y a pesar de la situación que vivía con su esposo, Dios le daba mucha paz y tranquilidad. El 26 de julio en la Enseñanza de Salvos por gracia, cuando nuestra Hermana María Luisa comenzó a orar por las enfermedades, la creyente oró a Dios y le argumentó por qué no quería volver a pasar por esa situación con su esposo, ya que por esa misma época hacia 4 años había vivido algo similar con su hija. El creador no tardó en actuar, al día siguiente, la llamó el médico para darle la buena noticia que a su esposo le habían quitado la ventilación, que estaba tranquilo, y que la tos era muy poca. Faltando 2 días para realizarle la traqueotomía, lo dieron de alta.
Testifica que en el primer mes que estuvo en la clínica su esposo perdió 20 kilos de peso y la movilidad de sus articulaciones, lo que le impediría caminar sin ayuda, pero Dios cada día mostrando su grandeza se glorificó y a los 6 días de estar en casa, ya caminaba sin ayuda del caminador y sin el bastón.
Así fue como Dios le dio unos días de descanso, ha aprovechado el mes de cuarentena para descansar, puesto que, para salir a vacaciones en la empresa, se debe renunciar con la posibilidad de no volver hacer contratada. Toda la honra y la gloria sean para Dios.
4- Dios le concedió el anhelo de ser madre, la sanó del covid y le regaló una vivienda.
Tocaima, Cundinamarca, Colombia
Una hermana comenta que le diagnosticaron diabetes e hipertensión desde los 20 años, ella tenía el anhelo era ser madre, pero los médicos le decían que no podía quedar en embarazo, que nunca iba a ser madre, debido a la diabetes, la hipertensión y también por unos quistes que tenía en los ovarios.
La hermana se sintió muy triste con esa noticia porque anhelaba en el corazón poder tener un hijo. Desde ese momento, Dios en profecía le decía: “Hija, y no es lo que la ciencia diga sino lo que YO diga”, también le decía que estaría llegando un nuevo integrante a su familia y que no se preocupara, que Él siempre estaría con ella ayudándole, y que lo que tanto le pedía de rodillas, Él se lo estaría dando.
Dios le dio la oportunidad de ser madre, el embarazo fue de alto riesgo, el niño nació prematuro y permanecía en el hospital muy enfermo, pero cuando lo llevó por primera vez a la Iglesia para presentarlo a Dios, nunca más se volvió a enfermar.
Hace poco ella y su hijo se contagiaron de covid-19, su hijo fue asintomático, a la hermana le dieron síntomas, pero no fueron de gravedad a pesar de tener diabetes no controlada, no necesitó de oxígeno ni de ir a un centro médico aún que en 2 ocasiones la remitieron para hospitalizarla, ya que sus niveles de azúcar empezaron a subir de manera significativa y esa noche oró y suplicó a Dios que no lo permitiera gracias a Dios se recuperó en casa. Dios también le prometió una vivienda y actualmente tiene su vivienda propia, por tanto muy agradecida lo testifica para honrar y glorificar el nombre de nuestro Señor Jesucristo. ¡Bendito por siempre el nombre de nuestro Dios!