Testimonios 17 de junio de 2020 – IDMJI – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
17 junio, 2020Testimonios 18 de Junio de 2020 – México – IDMJI
18 junio, 2020Testimonios 17 de junio de 2020 – IDMJI – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
17 junio, 2020Testimonios 18 de Junio de 2020 – México – IDMJI
18 junio, 2020Testimonios 17 de junio de 2020 (Parte 2) IDMJI – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
1. Dios realiza una cirugía en una visión y así sana a un hermano de cálculos en los riñones.
Colombia
El hermano cuenta, que Dios le habló por medio del don de la profecía hace más o menos unos 6 meses, y le dijo que iba a estar pasando por una cirugía, porque el enemigo quería destruir sus riñones, pero que no se preocupara, que le orara mucho porque Él se iba a glorificar e iba a hacer un gran milagro.
Hace más o menos 15 días, el creyente empezó a sentir dolores por causa de cálculos en los riñones, por tanto no podía caminar, el dolor era muy fuerte e impedía hacer sus actividades diarias, tanto que pensaba ir al hospital pero tenía mucho miedo con el tema del coronavirus.
Le oraba a Dios para que lo sanara y así no tener la necesidad de ir al hospital. Pasaron algunos días y seguía mal, no podía aguantar ni resistir más el dolor.
Un día antes de ir al hospital, decidió escuchar una meditación de nuestra Hermana María Luisa, en medio de la oración le pidió a Dios que lo sanará, que sentía miedo de ir al hospital, que por favor lo sanará porque Él es un Dios muy grande, un Dios muy poderoso; en ese momento tuvo una visión y veía que estaba en una sala de cirugía, entraba un cirujano y no le podía ver el rostro, era un hombre y sabía que era nuestro Señor Jesucristo, sentía paz y tranquilidad.
El cirujano le dijo: “No se preocupe, que yo vine hacerle la cirugía, lo voy a dormir desde las rodillas hasta el ombligo, para que usted pueda ver lo que yo le voy a hacer y de esa manera, pueda testificar”. En la visión el creyente vio como le realizaron la cirugía y cómo el cirujano le sacó varias piedras y le dio una recomendación final y le dijo: “Ya está limpio, entonces vamos a cerrar, no se preocupe ya quedó bien, ya no le volverá a dar ese tema de los cálculos.
Pero ahora que usted despierte, va a ir a su baño y se va a duchar y en medio de esa lucha usted va a expulsar mucha sangre y también el líquido que usamos para limpiarlo, no se asuste, expulse todo eso y cuando termine de hacer eso, se acuesta y se queda quieto”.
Cuando terminó la visión le pidió ayuda a su esposa para darse una ducha, al hacerlo, sucedió tal cual como en la visión se le había dicho, expulsó mucha sangre, después un líquido blanco y posteriormente si la orina normal, tenía dormido desde las rodillas hasta el ombligo, no sentía dolor y se acostó.
Oraba y alababa a Dios por el milagro vivido, dejó de sentir esa pesadez de los cálculos, dejó de sufrir de ese dolor, duró 2 días con las con las rodillas y hasta el ombligo dormido. Después del efecto empezó a sentir dolor dónde estaba la herida, al llamar al médico le comentó a la experiencia, y el doctor le dijo: “Usted estuvo en una cirugía, usted ahora está en un postoperatorio, tiene que quedarse quieto por 15 días, no baja escaleras”. Le dio medicamentos para el dolor y una dieta especial. Ya puede realizar sus actividades con normalidad, así Dios le guardó sus órganos y se glorificó sanándolo. ¡Por tanto todo el honor y toda la gloria es para nuestro Padre Celestial!
2. Dios bendice a una persona mayor de 97 años a través de la imposición de manos.
Austria.
Dios le anunció a una hermana a través de la profecía que vendrían momentos de escasez pero que no se debía preocupar porque Él no permitiría que le faltara nada. Hace 6 años le dijo que le daría un trabajo cuidando a una persona adulta, donde ella estaría contenta, sería un trabajo descansado y que Dios pondría gracia delante de esas personas. Así fue que al comenzar la cuarentena, ella perdió el trabajo que tenía, también la persona con quien compartía el apartamento perdió su trabajo y se fue del apartamento.
Ese mismo día recibió una llamada urgente para ir a trabajar a cuidar una señora de 97 años, pues la persona que la cuidaba no pudo volver de su país a Austria, ya que cerraron las fronteras. Esta mujer adulta que debía cuidar, sufría de pesadillas constantes, tenía unas heridas crónicas y no se valía por si misma. Luego de que la Hermana María Luisa indicaba que se le podía imponer las manos a aquellas personas con quienes convivimos, ella lo hizo así y ha visto como Dios la libertó de esas pesadillas, sanó las heridas que tenía, tiene buen apetito, ha recobrado su salud, hace muchas cosas ya por si sola y se le ve feliz. Lo testifica para enaltecer el nombre de Dios por el respaldo que le da a nuestra Hermana María Luisa.
3. Dios bendice en su salud al papá de un creyente y a su familia comienzan a dedicarse a las cosas de Dios.
Ecuador
Transcripción:
“Hermanos, buenos días, que el Señor los bendiga a todos. Quiero testificar de una hermosa obra que el Señor ha hecho en mi vida en esta época del confinamiento por la enfermedad del Covid 19, hermanos yo me congrego en la Iglesia en Ecuador, me congrego aproximadamente unos diez años y soy el único miembro de mi familia que me congrego, ellos no compartían que yo siga los caminos del Señor. Yo le pedía mucho a Dios que permita que algún día pueda congregarme con mi familia y buscar juntos los caminos de él.
Él me respondía en profecía que ese día llegaría, pero que todo sería en el tiempo suyo. Hace aproximadamente unos tres años hice un viaje al Perú con mi padre y decidí ir a visitar la iglesia allá en Cusco. Mi padre, sorpresivamente para mí, me quiso acompañar, puesto que él nunca había asistido a la iglesia, en Ecuador. Nos fuimos de hermanos a la Iglesia, una iglesia hermosa. Mi padre recibe profecía y por primera vez.
Y me comentó que no le gustó lo que le habían profetizado y yo le dije que me comente que qué es lo que le profetizaron, él me había dicho que entre muchas cosas, le dijeron que él iba a conocer a una mujer que le iba a alegrar el corazón y que le iba a cambiar la vida por completo y él me dijo que nunca iba a suceder porque él amaba a mi madre y que él no se separaría de ella. Nunca.
Yo le dije que estaba interpretando la profecía de una manera incorrecta y que eso podía significar alguna otra situación más, él no me quiso escuchar y me dijo que nunca más iba a entrar a la iglesia. Hermanos, el tiempo pasó. Hace aproximadamente un poco más de un año tuve que hacer un viaje a España para continuar mis estudios y probablemente establecerme allá.
Y en mi ausencia, el diablo empezó a atacar mucho a mi familia, a poner tribulación, muchos problemas. Yo le aconsejé a mi familia que acudan a la Iglesia, que ahí encontraría solución, esa paz que ellos necesitan. Ellos empezaron a acudir, estuvieron aproximadamente unos cuatro meses. Pero a un, no lo hacían de una manera correcta. No estaban muy convencidos de ello, asistían únicamente los días domingo.
Hermanos, lamentablemente para mí, yo tuve que regresar a Ecuador para enero del 2020 y yo no entendía por qué tuve que regresar. A lo que regreso me encuentro que mi padre estaba enfermo. Que sus riñones estaban dejando de funcionar y eso lo había entristecido mucho a él y había decidido ya no acudir más a la iglesia. Y así fue Hermanos, el Señor me dio las palabras para volver a predicar de su evangelio. Mi familia me escuchó y empezamos a ver juntos los Estudios bíblicos, las enseñanzas que la hermana María Luisa.
Mi padre empezó a ver con mucha atención las enseñanzas de la hermana. Se quedaba muy perplejo con la enseñanza que ella daba y me decía que era una persona muy inteligente, que era una persona muy capaz, que a ella le entiende todo y que cuando ella enseña todo tiene sentido para la Biblia. Mi familia empezó a leer más la biblia, empezamos a congregarnos más viendo las enseñanzas y empecé a ver un cambio en mi familia. Incluso mi madre, revelada por un sueño, se deshizo ya de todas las imágenes y pinturas que teníamos en la casa.
Hermanos, no obstante, los riñones de mi padre estaban funcionando cada vez menos. Estaban ya en menos de un 50% y el médico me dijo, ya que estaba entrando en una enfermedad renal crónica, que era algo irreversible. Yo me angustié mucho, más en una enseñanza que la hermana María Luisa hizo y oró por la enfermedad de los riñones, yo le impuse a mi padre y él me comentó que sintió algo que corrió dentro de él. Hermanos, repetimos los exámenes nuevamente y para sorpresa y la gloria del Señor, sus riñones empezaron a funcionar nuevamente.
Hermanos, mi familia. Empezó a congregarse espiritualmente. Busca lo del Señor. Mi padre se sanó, mi padre entendió que esa mujer que le habían profetizado, de la cual él iba a conocer, la cual le alegraría mucho el corazón y le cambiaría la vida para siempre, no era ninguna nueva mujer, esposa, compañera, si no era nuestra amada hermana María Luisa. Esto lo testificó para la honra y gloria de mi Padre Celestial.”