Testimonios 10 de Octubre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
10 octubre, 2020Testimonios 13 de octubre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
13 octubre, 2020Testimonios 10 de Octubre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
10 octubre, 2020Testimonios 13 de octubre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
13 octubre, 2020Testimonios 12 de octubre de 2020 – IDMJI
1- Dios guarda la vida de un hermano y obra en su salud
Madrid, España
Testimonio de un hermano al que Dios le hizo un hermoso milagro en su salud, ya que estuvo en estado de Coma y Dios lo ha ido restableciendo a través de las enseñanzas y meditaciones de nuestra hermana María Luisa y nuestro hermano Carlos Alberto, a partir de ello fueron muchas mejorías, ahora ya puede caminar con ayuda y escribir, hablar frases completas y se recupera cada día más. Gloria a Dios
2- Testimonio de sanidad de cáncer
La Colina
Testifica que Dios en profecía, le anunciaba una enfermedad en su cuerpo que asistiera ala ciencia médica, y que Él la sanaría. Sucedió que en el médico encontraron un cáncer en su cuerpo, se sometió a terapias, en todo momento Dios estuvo con ella y Dios no permitió que sintiera ningún dolor. También siempre tuvo su salario completo de su trabajo, y nunca tuvo dificultades en los procesos, luego de 5 años ya es sana y le da la honra y gloria a Dios.
3- Dios da galardones
Quito, Ecuador
Transcripción:
Testifico para gloria de Dios el Espíritu Santo me había prometido hace más de 10 años que vería escasez y dolor a mi alrededor, pero que no me debía preocupar ni juzgar, por que era para meditar como Dios nos guarda, durante estos tiempos difíciles he visto la misericordia que Dios ha tenido para protegernos y prosperarnos en la salud y económico.
Antes de comenzar la universidad Dios me prometió que recibiría un galardón, que las personas reconocerían que hay algo diferente en mí, es así como me nominaron para un concurso a nivel mundial para elegir al mejor abogado joven entre todos los países, yo no sabía de este concurso pero fui nominada para participar, para gloria de Dios ocupe el cuarto puesto a nivel mundial, entre muchas personas que concursaron a nivel mundial, los méritos que ellos evaluaron son bendiciones de Dios que el Señor fue cumpliendo a lo largo de mi vida académica y laboral, testifico para la honra y gloria de mi padre celestial.
4- Testimonio de sanidad de Covid
Bilbao, España
Hermanos la gloria sea para Dios. Trabajo en el sector sanitario, por lo cual el riesgo de contagio es muy alto. Durante el confinamiento nos notificaron de un positivo en mi centro de trabajo.
Muchos de mis compañeros lloraban, sentían temor, había mucha confusión en aquel momento y no querían ir a sus casas por miedo a contagiar a sus familias. Yo también me quebranté al ver lo que se nos venía y me aparté un poco para orar en voz baja y le decía: “Señor perdóname, estoy llorando, sí, pero no por mí, sino por mis compañeros que no te conocen. Ten misericordia de ellos y dales fortaleza. Yo te tengo a ti y sé que me proteges”. Pasados unos días, concretamente el 3 abril, empecé a tener todos los síntomas de la Covid-19 (escalofríos, fiebre y perdida del gusto y olfato…) al día siguiente me aparecieron dolores musculares muy fuertes y tos. Mi doctora me aconsejó que me quedara en casa y que solo fuera a urgencias si presentaba dificultad para respirar y que me haría seguimiento telefónico.
Al octavo día, empecé a sentir un dolor abdominal fuerte, y al día siguiente no soportaba más el dolor. Mi hija decidió llamar a urgencias al verme tan mal. Enseguida llegó una ambulancia a la puerta de mi casa. Ya en urgencias procedieron a hacerme todo tipo de análisis. Di positivo en coronavirus, tenía neumonía, y el TAC reveló que también tenía apendicitis, el cual debían de operar de urgencia. Me quedé ingresada esa noche y a primera hora los cirujanos me dijeron que tenían miedo de llevarme a quirófano por todo lo que yo presentaba en ese momento.
Un par de horas después volvieron y me dijeron que habían decidido operarme si yo les autorizaba porque la infección avanzaría y sería aún más peligroso. Le oré al Señor, le dije que fuera él mi médico y sus manos las que me operaban, que confiaba en él que todo lo hace perfecto y que se hiciera su voluntad, por lo tanto, en ningún momento sentí miedo. La operación fue un éxito, gloria a Dios. También decir que durante los 8 días que estuve ingresada me daban unas pastillas que me sentaban muy mal, me daban náuseas y me quitaban el apetito. Y no quería tomarlas.
Y cuando llegó la hora de la medicación, tomé las pastillas en mis manos y oré al señor argumentándole como nos enseña el hermano Carlos Alberto Baena. Acto seguido me las tomé. De repente me doy cuenta que los síntomas desaparecieron y pude seguir con el tratamiento. Dios se glorificó. Yo le daba las gracias. Veía las enseñanzas en mi teléfono y los testimonios que me fortalecía más. Hermanos, también les comparto que, sin darme cuenta, mi serenidad y confianza en Dios se la transmití a mi hija, porque ella tampoco tuvo miedo. Hermanos el poder y la misericordia de Dios son infinitos.
Ahora comprendo lo que Dios me decía en profecías pasadas: “He ido haciendo cosas por ti sin que tú te des cuenta”. Y una de ellas es que me libertó de miedos y he de decir que en ningún momento de esta pandemia temí por mi vida. Que la gloria y la honra sean siempre para nuestro Dios.