Testimonios 9 de Noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
9 noviembre, 2020Testimonios 11 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
11 noviembre, 2020Testimonios 9 de Noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
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11 noviembre, 2020Testimonios 10 de noviembre de 2020 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
1- Testimonio de sanidad de la garganta
Sevilla, España
Testifico que Dios en pasadas profecías, me dijo que estaría pasando por momentos difíciles en mi vida, que confiara en Él, que no me preocupara porque iba a manifestarse en mi vida e iba a sorprender a la ciencia. Hermanos, es así como en estos tiempos de pandemia y a pesar de ser joven (tengo treinta años) y estar siempre con buena salud, empecé a sufrir dolor en mi garganta, en mi cuello, empecé a sufrir una neuralgia y fui al médico en varias ocasiones, pero no había medicamento que me lograra quitar o disminuir el dolor. Al mismo tiempo una aparente amigdalitis, faringitis y una disfagia, lo cual debido a esto, me dio una anemia grave, pérdida de peso (perdí trece kilos) y se me caía mucho el cabello.
Fui a un médico privado y me realizaron biopsias, entonces me dijeron que debía empezar un tratamiento por que tenía unas células cancerígenas en mis amígdalas, siendo la izquierda la más afectada, porque se estaba destruyendo poco a poco. Todo esto fue aproximadamente en cinco meses de dolor y solo se me calmaba la dolencia con las oraciones de la hermana María Luisa en especial cuando oraba por sanidad, dolores de garganta, caídas de cabello reconstrucción de órganos, cáncer, enfermedades incurables, raras y neurales.
Al cuarto mes de esta enfermedad y después de varias ocasiones, acudo a urgencias y fui ingresada en el hospital durando allí un mes y una semana aproximadamente, en medio de pruebas, analíticas y biopsias, tanto en la boca como en el cuello, puesto que ya se me estaba empezando a dañar el cuello también. Al obtener los resultados de las biopsias, me dijeron que no era cáncer lo que tenía, sino un hongo maligno que donde llegaba destruía y a mí me había destruido la amígdala izquierda, de tal manera que ya no se veía la amígdala, sino una cavidad.
Empezaron a medicarme para destruir dicho hongo, pero no había resultado, y yo cada vez peor porque me estaba destruyendo también la amígdala derecha, la faringe, la laringe y la lengua, queriendo deformar mi cara y mi cuello y llegando al cerebro. Mi mamá me imponían manos. Y en una visita del médico, este me propone hablar con cirujanos plásticos, para reconstruir parte de la boca con el fin de poder comer algo de alimentos algún día, puesto que ya había un dictamen médico de que yo ya no volvería a hablar y todo quedaría en manos de los cirujanos plásticos. En esos momentos yo estaba con sonda puesta, pues por mí misma, no podía tragar ningún alimento.
Es así hermanos como ese mismo día me humillé nuevamente ante Dios con un corazón sincero y recordándole sus promesas. Esa noche tuve un sueño: soñaba que iba caminado y un ser hermoso caminaba junto a mí y yo le decía: Dios me duele mucho la garganta y Él alargaba su mano, yo veía que su mano era como de oro y me ponía su mano en la garganta y me aliviaba el dolor. Al día siguiente vinieron a visitarme hermanos de la Iglesia y me impusieron manos de nuevo y yo sentí que se me erizaba todo el cuerpo y un calor de fuego en mi garganta.
Al día siguiente el médico vuelve para darme fecha de la intervención de la cirugía plástica y al revisarme la boca se encuentra con la reconstrucción ya hecha, de lo que el tenía previsto realizarme en el quirófano. Me encontró hablando y empezaron a hacerme pruebas de nuevo y todo el mal había desaparecido; solo había asombro en los médicos que decían: esto es un milagro. Empecé a encontrarme mejor, empecé a tragar, poder comer, recobré el aliento y aunque estaba muy débil, me fui reponiendo hasta que me dieron el alta.
Sé, que fue un milagro de Dios, porque la ciencia no daba con la enfermedad. Mi Dios se manifestó grandemente y me sanó y no permitió que se me desfigurara mi rostro, ni mi cuello, ni mi cabeza. Todo lo testifico para darle la gloria y la honra a mi Padre Celestial.
2- Dios escucha la oración y sana a la familiar de una hermana
Engativá, Bogotá, Colombia
La hermana testifica para glorificar a Dios, que siempre respalda las oraciones de nuestra hermana María Luisa. Una hermana de la creyente estaba enferma y debían realizarle una histerectomía, presentaba anemia crónica, estuvo en urgencias y le practicaron exámenes, la saturación del oxígeno bajaba. Ella le oró mucho a Dios escuchando las enseñanzas y oraciones de nuestra hermana María Luisa, le pedía que respaldara la cirugía. Al día siguiente le realizaron la cirugía y Dios respaldó a la ciencia médica. Le dieron de alta a los pocos días, se encuentra en casa sin necesidad de oxígeno. Dios ha tenido misericordia, Dios ha escuchado las oraciones de nuestra hermana María Luisa. Gloria a Dios.
3- Testimonio en Simijaca, Cundinamarca, Colombia
Testifica la hermana en hace unos meses en profecía Dios le había anunciado que llegarán dineros y que no faltará el sustento en su casa, que se estaría manifestando y la estaría sanando, luego en esta pandemia comenzó a sentir algunos síntomas de Covid, una noche en sueños le dijo “No tengas miedo, yo estoy contigo, lee más de seguido mi palabra” e inmediatamente comenzó a sentir al tercer día le tomaron la prueba y fue positiva debiendo aislarse, pero en esos momentos Dios se comenzó a manifestar grandemente llevando alimentos a su casa a través de personas que nunca imaginó fue Dios moviendo corazones y un día en una enseñanza cuando la Hna. María Luisa oró, ella sintió un silbido muy fuerte y se le quitaron los síntomas, Dios no permitió que se infectaran sus hijas y además ella en su trabajo vio como a los demás compañeros les bajaron el sueldo, pero a ella no le bajaron sus ingresos, viendo la mano poderosa de Dios; testifica para la gloria y honra de Dios.
4- Testimonio de matrícula de Universidad
Quibdo, Chocó, Colombia
Transcripción:
Testifico hermanos que yo estoy en el décimo semestre de trabajo social; para mi proyecto de grado yo quería hacer seminario, valía más de un millón y no tenía el dinero; de rodillas le oré a Dios, le dije ¡Señor el seminario de grados vale más de un millón, tú sabes que yo no tengo todo el dinero para pagar esta matrícula, Señor yo no quiero pedirle nada a mis tíos, no quiero abrir mi boca para pedirle nada a nadie, tú me has dicho que todo te lo pida a ti, que así sea lo más mínimo Señor, todo te lo pida a ti, que tú me lo estarás proveyendo, recuerda tus promesas!
Hermanos es así como en esa misma semana me llama la jefe de mi mamá y me pregunta que cuanto vale la matrícula; me dijo “En la tarde pase por la plata se la voy a prestar, usted me la va pagando así…” Hermanos esa misma tarde doblé rodillas, le oré a Dios y le agradecí. Le dije “Señor muchas gracias, mira que aquí la jefa de mi mamá me está prestando la plata, pero tú sabes que yo no tengo para pagar esa plata, ayúdame, ten misericordia tú sabes que yo no estoy trabajando”. El viernes escuché que las matrículas estaban gratis y el viernes hice el proceso de matrícula y efectivamente hermanos salía el total de la matrícula, pero me decía total a pagar “cero”.
Hermanos descargué el recibo de matrícula, esperé hasta el martes, en la plataforma todavía no me aparecía, hoy jueves miré la plataforma y ya me aparece la matrícula, aparece el nivel 10 matriculado y le doy la gloria y la honra a Dios, porque me permitió matricularme sin pagar un solo peso, no gasté ni un solo peso. He testificado para darle la gloria y la honra a mi padre celestial.
Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
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