Testimonios 10 de agosto de 2024 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional

Primer Testimonio:
El hermano testifica como Dios lo ha cambiado no solo físicamente sino en todos los demás sentidos de su vida desde que llegó a la iglesia hace ya un poco más de 10 años y como Dios lo ha bendecido en lo intelectual, familiar y laboralmente, además de la promesa de levantarlo a servirle espiritualmente. Esto lo testifica para darle la gloria y la honra al Señor.

Segundo Testimonio:
El hermano testifica que, respecto a la enseñanza “Dos momentos: recibir la promesa y despertar la promesa”, él había estado recientemente hospitalizado y muy delicado de salud. El Espíritu Santo le decía que el enemigo le quería quitar la vida. Fue así como él tuvo un decaimiento muy fuerte en los intestinos, por lo que la solución médica era retirarle el intestino grueso. Tanto él como su esposa oraban a Dios acerca de esta situación y se acordaron de la promesa que Dios dio, que Él bendecirá mucho al leer el libro de Vivencias. Justamente la semana antes de ser hospitalizado habían recibido el libro de Vivencias y él se acordaba de la promesa del Espíritu Santo en profecía, por lo que con su esposa comenzaron a leerlo; hicieron la lectura tan dedicadamente que lo terminaron en un día. Gracias a ello, Dios obró, ya que solamente le hicieron una muy pequeña intervención, pero no le retiraron todo el intestino, lo cual hubiera sido muy difícil. El hermano le oró mucho a Dios y Él, en su misericordia, cumplió su promesa y lo bendijo. Todo lo testifica para honor y gloria de Dios.

Tercer Testimonio:
El hermano testifica como el Espíritu Santo le decía por medio del don de profecía que estaría guardando a uno de los suyos y fue como a su hijo menos llegando a su casa lo asaltaron con el fin de robarle el dinero que tenía en sus cuentas bancarias, pero Dios le guardó enviando dicho dinero a las cuentas de su hermano mayor que se encontraba al otro lado de la ciudad y así los delincuentes no pudieron extraerle nada del dinero que tenía. Esto lo testifica para darle la gloria a Dios.

Cuarto Testimonio:
La hermana testifica que fue diagnosticada con un cáncer agresivo. El Espíritu Santo, en profecía, le dijo que le daría sanidad perfecta. Después de pasar por 16 quimioterapias y una cirugía, la hermana testifica que recibió un papel de los médicos donde se certifica que está sana y no hay células cancerígenas en su cuerpo, cumpliendo así la promesa de Dios.

Quinto Testimonio:
La hermana testifica por qué se siente beneficiada por las oraciones que realiza la Hermana María Luisa Piraquive en las enseñanzas, así es como el Espíritu Santo en una profecía le decía que asistiera a los Estudios bíblicos porque estaría libertándola de una brujería que la había hecho el hombre por envidia, y a través de su hija amada a la cual Él la había dado el poder para sanar, libertar y hacer milagros, así es como ha podido ver cómo en cada Estudio Bíblico, Dios comenzó a manifestarse a través de la Hermana María Luisa, también a través de imposición de manos de sus instrumentos la ha libertado y aún sigue haciendo esa obra en ella. Lo testifica para engrandecer el nombre de Dios.

Sexto Testimonio:
La hermana testifica como Dios estaba pendiente de ella y los suyos y que en meses anteriores cuando vivía en una zona rural apartada debía tomar transporte hacia otro municipio para poder congregarse con su familia y que no tenía dinero para ir y volver de la Iglesia, pero los recogió un carro nuevo y con una persona muy bien vestida que los dejó frente a la Iglesia sin ellos decirles hacia donde se dirigía y no les cobró nada, pero luego por medio del don de la profecía el Espíritu Santo les dijo que fue él quien los trajo a su Iglesia. Esto lo testifica para la gloria y honra del Señor.

Séptimo Testimonio:
El Hermano testifica que el Señor le decía que estaría cuidando uno de los suyos y estaría probando su fe, de esta manera fue que a su madre le dio una fuerte enfermedad en sus pies y los médicos decían que debían amputarle las dos piernas para poderle salvar la vida, pero el hermano confío en Dios e hizo como le decía que debía orar e imponerle manos a su madre y es así como le dio la sanidad y recuperación a su madre justo antes de la cirugía que ya estaba programada para la amputación de sus piernas y esto lo testifica para darle la gloria y la honra al Señor.