Testimonios – 19 de abril (parte 1) – IDMJI – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional

Testimonios de sanidad y experiencias con la Hna. María Luisa Piraquive.

Testimonio en Palmira, Valle, Colombia:
La hermana testifica para glorificar a Dios, que en profecía le decía que pasaría momentos difíciles, pero que no se preocupara porque estaría con ella, que la sanaría y que todo le daría. Los primeros días de la cuarentena tuvo dolores de cabeza, fiebre, escalofríos, tos seca dolor en el pecho. De rodillas le pidió que la libertara y le diera vida porque anhelaba servirle, por eso ella escucha los audios de la Iglesia y lee la Biblia, así es que por medio de un sueño con la hermana María Luisa quien vestida de blanco introducía una sonda y retiraba algo de ella y luego e imponía manos, y le profetizaba. Al día siguiente despertó sana, sin ningún síntoma y Dios le ha dado dineros y sustento. Así ha visto la manifestación de Dios en su vida.

Testimonio en Bojayá, Chocó, Colombia:
Testifica que ella venía padeciendo de un dolor en el pecho y garganta, ella trabaja en un laboratorio. La hermana se arrodilló y le pidió a Dios que la sanara como ha sanado a los otros hermanos, y creyendo en que Dios la iba a sanar. Sucedió que escuchando uno de los Estudios Bíblicos, quedó dormida y tuvo un sueño con la Hna. María Luisa donde ella le tomaba las manos y le decían que iban a orar y que cantaran un coro. Ella le dijo a la Hna. María Luisa que no podía cantar porque no se le escuchaba la voz, la Hna. María Luisa en el sueño le dijo que cantara así no se escuchara, y ella cantó junto a otros hermanos. Desde que tuvo ese sueño con la hermana María Luisa los dolores desaparecieron Testifica para honrar el nombre del padre celestial.

Testimonio de sanidad en Dagua, Valle, Colombia:
La hermana testifica que el Señor en profecía le había dicho que le iba a permitir vivir experiencias con la Hermana María Luisa, que no se preocupara por aquellas pequeñas porque Él las guardaba y estaba con ella. La hija de la hermana de 2 años y medio, desde los 7 meses presentaba un problema de bajo peso y talla para su edad.

La hermana acude a la ciencia médica a los controles rutinarios y en uno de ellos le detectan un soplo en corazón a su hija. En una cita con un especialista le confirman este diagnóstico y, además, una malformación que le impedía su desarrollo normal de peso y talla. Al siguiente sábado la hermana asiste a la Iglesia al Estudio Bíblico y en el momento de la oración cuando la Hermana María Luisa le pide al Señor por las personas que tenían problemas cardíacos, la hermana pide por la salud de su hija y expone sus argumentos. Inmediatamente, en medio de la alabanza, El Señor le permite tener una visión donde la Hermana María Luisa se encuentra de pie en el púlpito, desciende y se dirige hasta el lugar donde la hermana se encuentra. Mientras su hija está dormida en la silla, la hermana observa como la Hermana María Luisa lleva un corazón pequeño en su mano y el Señor dice: “Esta pequeña es mía y este es el corazón que yo le traigo”, luego, ve como la Hermana María Luisa introduce el corazón nuevo dentro del pecho de la pequeña. De este modo, la hermana comprendió que el Señor le había cambiado el corazón a su hija.

Un mes después acude a un examen prioritario para que revisen el corazón de la niña, pero el médico indica que el soplo en el corazón no puede ser el diagnóstico porque la niña no tiene nada. Repite los exámenes y confirma que la niña ya no tiene nada. La hermana también testifica que la malformación también desapareció completamente, y ha comenzado a ganar peso rápidamente en el transcurso de unas pocas semanas. La hermana testifica para honrar al Señor porque es el único que puede hacer estos milagros.

Testimonio en Dagua, Valle, Colombia:
Una hermana testifica que hace tiempo Dios, por medio de su santa profecía, le dijo que venían tiempos difíciles, pero que no se preocupara porque nuestro Señor Jesucristo la respaldaría y le estaría supliendo aquellas necesidades que se presentarían en medio de su hogar. Cuenta la hermana que cuando llegó la cuarentena del Covid-19, a su esposo no le habían pagado su salario y que el dinero y los alimentos escaseaban. También cuenta la hermana que ella seguía una dieta específica y que los pocos alimentos que había en ese momento (arroz y huevos) eran justo los que ella no podía comer. La hermana se dispuso a contarle a nuestro Dios las necesidades que ella tenía y le recordó esa profecía en la que Dios le avisó lo que vendría. Dice la hermana que después de orar, quiso leer la Biblia y que al hacerlo se llenó de esperanza y confió en la palabra de nuestro Creador.

Esa misma noche recibió una llamada en la que le notificaron que había recibido una ayuda del gobierno, y que gracias a Dios, la hermana y su esposo pudieron proveerse de todo cuanto necesitaban. Ella lo testifica para alabar y glorificar el nombre de nuestro Padre Celestial.