Testimonios 23 de febrero de 2022 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional

Dios le promete ver a su mamá quien desde su infancia pensó que estaba sin vida
Curazao, Antillas Holandesas

La hermana testifica que ella llegó a la Iglesia hace 4 años, y hace un año y medio, el Espíritu Santo le habló a través del Don de la Profecía y le dijo “Pronto estarás escuchando noticias de un familiar que tú consideras muerto y por medio de este encuentro estarás conociendo a muchas personas que tú no conoces”, ella pensó que se trataba de una hermana que estaba desaparecida, sin contacto con la familia y se pensaba que estaba en México, hace unas semanas recibió una llamada de su familiar en Colombia con la noticia que su mamá estaba viva y la estaba buscando, ella creció con la idea que su mamá la había abandonado y que había muerto, después de contactar a su mamá, se alegró su corazón y pudo conocer a más de 30 familiares que no sabía que existían, ahora se ha consolado con la idea de que su madre vive y que la había estado buscando muchos años, pues hacía muchos años que no tenían ningún contacto. Esto lo testifica por la gloria a Dios.

La hermana cuenta como Dios la llevó a la Iglesia
Pueblo Nuevo Buenaventura, Calle La Argentina, Valle, Colombia

La hermana testifica que hace 11 años conoce la Iglesia, Dios le dijo que la estaría libertando para que testificara libremente, cuando ella no conocía la IDMJI a su hogar llegaban evangelizadores de otras congregaciones a compartirle la palabra y ella los recibía y la invitaban en varias ocasiones y conoció dos denominaciones donde realmente ella iba y Salía igual de vacía sin Dios, un día se sentó a meditar de que había varías congregaciones con diferentes nombres y que solo existía un Dios y le pidió a Dios que si ella había nacido para ser evangélica que fuera Dios que le dijera es así como al tomar un medio de transporte una persona se bajó en la Iglesia del carro donde venía y el resto de todos los ocupantes del vehículo se bajaron y la señora al observar que solo quedo ella, el conductor y el ayudante del vehículo dijo yo que hago aquí pues yo también me bajo e ingreso a la IDMJI escucho la enseñanza le gusto, recibió profecía y Dios le dijo yo fui el que te traje. La hermana testifica para darle La Gloria al Dios.

Testimonio de sanidad después de un infarto cerebral.
Orquídeas, Bogotá, Colombia.

Dios hace la promesa de sanarla luego de que sufrió un infarto cerebral, Dios le devolvió la visión, luego de darle un sueño con nuestra Hermana María Luisa en la que le prometía devolverle su visión y ahora ha recuperado el 80%. Su cerebro se vio afectado, pero ahora se encuentra en perfectas condiciones. Evangelizó a su médica, Dios le ha permitido servirle en la Iglesia.

Testimonios de las grandezas que Dios ha hecho con su hija quien sufrió una leve parálisis cerebral
Mosquera, Cundinamarca, Colombia

Testifica que su hija sufre de una leve parálisis cerebral por una hipoxia que tuvo al nacer, el Espíritu Santo en Profecía le ha hecho grandes promesas acerca de ella, a finales del año 2019 en Profecía Dios le dijo: “Estaré haciendo una obra muy grande en aquel ser, será tan grande que la ciencia tendrá que reconocer mi poder, no te angusties”, a los tres días la niña convulsionó durante una (1) hora, salió luego para el hospital, pero los médicos no decían nada en concreto, pero presumían un diagnóstico de muerte cerebral; después de 6 horas la niña despertó, al preguntar a los médicos que había sucedido el médico le dijo: “No tengo una explicación, yo solo le puedo decir que esto es un milagro” , en ese momento la hermana recordó la promesa de Dios, pasados 15 días la niña empezó a caminar nuevamente, ella no escribía perfecto y empezó a escribir perfecto, antes la hermana veía todo muy difícil con la niña y Dios durante la pandemia le ha enseñado a leer a contar y durante la pandemia sin tener servicio de salud le han hecho 2 cirugías porque Dios prometió “Las cosas se harán a mi manera y no te preocupes por dineros”, así ha sido como Dios les ha provisto todo.

Promesas de Dios cumplidas
Armenia Norte, Quindío, Colombia

Transcripción:
Quiero testificar de las promesas que Dios me ha cumplido. Una de ellas fue que, antes de pandemia, Dios le anunciaba que venía un peligro muy grande para la humanidad. Yo en su momento no lo entendí, pero luego empecé a ver todas las situaciones que se estaban presentando.

Él me decía que no me preocupara que Él cuidaría de mí y de mi familia y que también cuidaría de mi salud y de la salud de mi familia. Así fue hermanos que durante pandemia, nada nos faltó a pesar de que ninguno en mi casa tenía trabajo en ese momento; y nada, sin mentirles, nada, hermanos, hizo falta durante ese tiempo. También, hermanos, me hablaba de una bendición laboral; yo pasaba muchas hojas de vida, pero nada en su momento resultaba. Seguía en el proceso porque sabía que si el Señor había hablado, su promesa la cumpliría.

Es así, como a principios de año pasé una hoja de vida a una empresa, con mucha desconfianza para ser sincera, porque no cumplía con los requisitos; uno de ellos era ser bilingüe y el Señor me ha permitido prepararme en un segundo idioma, pero no al nivel en que ellos estaban requiriendo. Es así que para mi sorpresa, pasé los filtros y el último de ellos era comunicación directa con la empresa a la que tendría que manejar, una empresa australiana. Yo estuve en ese momento, hermanos, y para serles sincera, no les entendía nada y yo en mi mente le decía: “Señor, yo no les entiendo”. Y para mi sorpresa, hermanos, yo abría la boca y les respondía todo lo que ellos me estaban preguntando; así fue durante una hora, durante esa última fase de la entrevista.

Y es así hermanos que me dieron el trabajo, ya van seis meses laborando en esta empresa en la que me ha permitido adquirir mucho conocimiento y mejorar también en ese idioma. Y, hermanos, la bendición más grande que Dios me ha permitido, es que antes de pandemia yo tenía el anhelo muy grande de servirle al Señor y todos los días, todos los días se lo pedía y es así hermanos que la última semana en la que estuvo todo normal, el Señor me permitió recibir el Bautismo con el Espíritu Santo y el Don de la Profecía; me permitió servirle el último día en el que nos permitieron recibir esa bendición y ya cuando reabrieron la Iglesia y nos permitieron nuevamente esta bendición, servirle; y ha sido la bendición más grande y la mayor felicidad para mí de mi vida entera. Así que quiero testificar y darle la gloria y la honra al Señor Todopoderoso.