Testimonios 3 de junio de 2021 – Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional
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Testimonio de una hermana que se congrega en Barquisimeto, Venezuela, donde Dios le sanó a un familiar de Covid-19.
Testifica que hace tiempo tuvo un sueño en el que veía a su hermano muerto, pero una voz le decía que no se preocupara. Se despertó asustada, pero le oró a Dios por ello. Pasado el tiempo su hermano en sangre, se contagió de Covid-19, y tuvo una infección muy fuerte y niveles de oxígeno bajo, aparte de que tiene neumonía. Les pusieron un tratamiento costoso, y a pesar de que no tenían como comprarlo Dios dispuso todo para que tuvieran el dinero para los gastos necesarios. Su hermano se recuperó y el médico se sorprendió, ya que de todos los casos que había atendido había sido un caso muy grave que pensó que no se iba a recuperar. Pero Dios hizo la obra en la vida del hermano de la creyente que testifica. Gloria a Dios.
Dios obra un cambio en lo espiritual en la madre de una creyente
Chia, Cundinamarca, Colombia
Testifica que El año pasado en el mes de agosto, llegaron a la clínica con su mamá, quien tenía un dolor abdominal bastante fuerte. El 10 de agosto le realizaron una cirugía de urgencia, le encontraron un cáncer muy avanzado, debido a la pandemia todo era muy complejo, estando en la clínica y escuchando las enseñanzas de la hermana María Luisa, en donde decía “El único que nos puede ayudar y escuchar es nuestro Padre Celestial” y nos enseña que oremos con convicción, le pidamos misericordia y la conversión.
La hermana así lo hizo, al lado de su mamá en la clínica comenzó a orar y a imponerle manos. Su mamá quien durante todos sus años había pertenecido a la Iglesia tradicional, a ella todos los días le puso los himnos y coros de la IDMJI, colocaba en su celular las enseñanzas de los miércoles y los domingos.
Pasados unos días su mamá le dijo que votara las novenas que ella hacía, luego a los 23 días que llevaba en la clínica, la mandaron para la casa pues no había nada que hacer. Días siguientes le dijo que le quitara El Rosario que ella tenía en el cuello. Y la hermana le daba gracias a Dios, su señora madre callaba, pero seguía escuchando con ella las enseñanzas del Hno. Carlos Alberto y nuestra Hermana María Luisa, el domingo 20 de septiembre la Hna. María Luisa oró por los enfermos graves y que pidiéramos misericordia por ellos, ella escuchó de rodillas la enseñanza y oró al lado de la cama de su mamá, le pedía con todo su corazón la misericordia con ella.
El miércoles 23 el Hno. Carlos Alberto realizó una oración en la que enfatizó la oración por los enfermos, ese día su mamá no le calmaban sus dolores, a las dos de la mañana llegaron los médicos, le colocaron medicina sin tener resultado. Ella le dijo a su hija que oraran, Y la hermana comparte que ella repitió la oración del Hno. Carlos Alberto y la oración de la Hna. María Luisa. Su mamá falleció, pero creyó en Dios y su evangelio, dejando la idolatría, la hermana testifica y le da la gloria a nuestro padre celestial.
Testimonio de sanidad en su cadera a través de un sueño con nuestra Hermana María Luisa y Dios le dio bendiciones materiales a su mamá
Engativá, Bogotá, Colombia
Testifica que hace años, a la edad de 13 años fue operada de su cadera, por mucho tiempo tuvo un dolor constante en su cadera. Los médicos le decían, a pesar de que había tenido 5 cirugías, que ella no volvería a caminar, pero gracias a Dios que le dio esa oportunidad de caminar durante todos sus años. Un día tuvo un sueño en el que veía muy lejos a nuestra Hermana María Luisa y ella oraba a Dios porque nuestra hermana estaba muy lejos, en el sueño de un momento a otro estaba cerca a ella y le comenta su situación de salud, y la hermana comenzó a hacer algo como una cirugía y le quitó unos hilos, luego que se podía sentar y le recomendó que tuviera paciencia. Que el dolor iba a disminuir y que llegaría el momento en el que no sentiría el dolor. Luego de dos años y medio ya el dolor ha desaparecido. Le da la gloria a Dios por el respaldo que le da a nuestra Hermana María Luisa.
También testifica que Dios permitió que su mamá quien vive en un lugar lejano le hacía falta escuchar las enseñanzas, y todo el material de la Iglesia, y tuvo la oportunidad de enviarle un celular, y ahora se alimenta diariamente de la palabra de Dios. Dios le ha dado sueños espirituales y bendiciones materiales. El gobierno le dio ayudas, ya que ella no tenía un ingreso. Así es como ha recibido un subsidio cada dos meses de la alcaldía de manera vitalicia. Nada le ha faltado, gloria a Dios.